Enviados a la "Missio Dei"
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I . Introducción
En el pasaje que hemos leído, el Señor Jesús ruega al Padre por sus discípulos, y lo hace justo antes de culminar su misión en la tierra, que era morir en la cruz para efectuar la redención de nuestros pecados, morir como un maldito sobre el madero en lugar de cada uno de nosotros.
Su misión terrenal llegaba a su fin, pero la Misión de Dios de salvar al mundo entraba “en su fase 1” . Jesús había entrenado a este pequeño grupo de discípulos y ahora les pasaba el relevo para seguir con la tarea de llevar el evangelio a todos los confines de la tierra. Les prometió que les convenía que el se fuera, que les enviaría la promesa del Padre “el Consolador, el Espíritu de verdad” (Jn.16:7,13)
Las palabras de Jesús “como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo” (Jn.17:18), (Jn.20:21) nos llevan a preguntarnos al menos tres cosas:
1. ¿A que se refiere con envíar? “apostelló” el sentido de enviar aquí es el de enviar a alguien con un propósito específico, enviar con un objetivo con un mensaje. Esa es la razón de ser de la iglesia, no podemos olvidarlo. “ La Misión de Dios es revelarse a sí mismo para que su nombre sea glorificado, para que su reino sea establecido y para que algunas personas de cada etnia sean reconciliadas con él.”1 Henry T. Blackaby y Avery T. Willis Jr.
2. ¿A qué mundo nos envía? “kosmos” (mundo, orden) el sentido aquí se refiere al sistema del mundo , las personas que constituyen el mundo cuyos valores, creencias y costumbres son contrarios a los de Dios. Este es el mundo al que Jesús envió a sus discípulos . El mundo al que nos envía a nosotros. (ilustración de la niña que llamó a su abuelo para pedir frisuelos)
3. En tercer lugar está el modelo “como tu me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”. Por lo tanto ahora que sabemos que somos enviados con un propósito, y a un lugar “las personas” necesitamos conocer el modelo. El modelo es Jesús, como dejan bien claro sus palabras.
II. Transición:
Antes de considerar el modelo misional de Jesús, es necesario contemplar el hecho más importante de la historia humana , del cual él es autor, es decir la encarnación (Jn.1:1-18). Dios mismo se hizo hombre , descendió a este mundo hostil y participó de toda la experiencia humana, incluso de la más democrática de ellas (exceptuando el pecado) la muerte, pero también del cansancio, la sed, el dolor, el rechazo, de los insultos y golpes etc. (Fil. 2:6-11)
Por esto cuando mucha gente pregunta ¿si existe Dios dónde está, por qué no viene y soluciona esto? Debemos recordarles la historia, Dios vino en la persona de Jesús y lo hizo “ porque ama al mundo de tal manera que ha dado a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Jn. 3:16). Hasta ese punto Dios se solidarizó con nosotros los pecadores. ¡ Cómo debemos asombrarnos ante la encarnación!
Además por medio de la encarnación Jesús destruye las obras del maligno “para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo (I Jn. 3:8) .
Pero la encarnación también marca el camino a la iglesia para llevar a cabo la misión de Dios. Vamos a ver el fundamento del modelo de misión en Jesús, son cuatro pilares, cuatro pasos, y todos comienzan por la letra “P” , estos son: Presencia, Proximidad, Pasión y Proclamación.
Presencia.
Presencia.
El primer paso es la presencia, Jesús se hizo como uno de nosotros y vivió entre nosotros. Compartió nuestra realidad.
Proximidad.
Proximidad.
Mientras que la presencia se relaciona con la dimensión física, la proximidad tiene que ver con la dimensión emocional, es lo que llamamos empatía, la identificación con el otro y sus necesidades. Jesús no sólo estuvo presente sino que también estuvo próximo. Los evangelios nos hablan de esta proximidad (Mt. 9: 36) Tuvo compasión de la gente.
Pasión.
Pasión.
El Maestro no sólo estuvo presente y próximo, sino que se implicó en ministrarnos en nuestra situación y necesidad. Mateo 9:35 ,dice que Jesús recorría todas las ciudades, enseñando, predicando y sanando. La pasión tiene que ver con la acción, con implicarse, con no quedarse al margen indiferente. Significa arremangarse y ensuciarse las manos si hace falta. (En estos dos meses de alarma sanitaria hemos visto buenos ejemplos de esto pero también lo contrario)
Proclamación.
Proclamación.
El cuarto paso es la proclamación, es decir, compartir la buena noticia de una manera que sea relevante a la realidad de los oyentes. Jesús mostró el amor de Dios el Padre y su perdón gratuito de manera diferente, rompiendo los esquemas legalistas de una religión superficial.
III. Transición
Este es el modelo de Jesús para llevar a cabo la misión, por medio la presencia, la proximidad, la pasión y la proclamación. Es un proceso donde una cosa nos lleva a la siguiente, donde cada paso es necesario y ninguno debe omitirse. De poco sirve a los propósitos de Dios tener presencia y proximidad si no hay proclamación del evangelio, y de otra manera no puede haber proclamación del mensaje de Jesús, si antes no hay presencia, proximidad y pasión.
IV. Aplicación
La única manera en la que podemos ganar al mundo para Cristo, es siguiendo el modelo dejado por Jesús. Una y otra vez vemos en los evangelios que Jesús enseñaba y sanaba. Esto nos habla de su visión integral del ser humano, él conocía y ministraba a las necesidades de cada persona.
¿Que conclusiones podemos sacar y aplicar cada uno de nosotros para ir al campo dónde el Señor nos envía?
Una iglesia misional está presente allá donde están todos y cada uno de sus miembros. Por pequeña que sea una comunidad está presente donde sus componentes se mueven (trabajos, estudios, familias, vecindarios). Eres un enviado por Jesús a esos lugares. (Ilustración de Pablo Motos en el semáforo)
Como iglesia misional que somos, debemos ganar el terreno de la proximidad, debemos ser sensibles y empatizar con las personas que están a nuestro alrededor. Aprender a mirarlas con los ojos del Maestro, pararnos a escucharlas y sentir lo que ellas sienten. Hemos perdido mucho terreno en este campo frente al Islam y Testigos.
Una iglesia misional debe actuar con pasión, es decir movernos con pasos concretos a suplir o aliviar las cargas de otros. Mediante obras de amor, justicia y misericordia. Demostrando que Dios se interesa en ellos a través de nosotros.
Una iglesia misional debe proclamar las buenas noticias, explicarlas de manera que sean relevantes para las personas, aunque no sea de una manera cómoda para nosotros. (Lucas 15 es un ejemplo maravilloso)
Este proceso está al alcance de cualquier seguidor de Jesús. Vamos a orar para que la iglesia en Lugones sea una iglesia fiel al modelo de Jesús. El Señor nos envía a mucha gente no sólo en Lugones, también en toda Asturias. Quizás Dios nunca nos envíe lejos, o puede que sí, pero todos estamos llamados al campo de la Misión de Dios.
(Mt. 9:37-38) “Rogad pues al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”
Oración.
Ayer escuché lo que hizo una niña de siete años, hija de un conocido psicólogo infantil , durante estos días. Le pidió a su madre que le marcara el número de su abuelo materno, se metió en su cuarto y estuvo un buen rato hablando con su abuelo, (el padre de su madre). Esto extraño a su mamá puesto que de los dos abuelos de la niña, este era con el que menos relación tenía. El caso es que esa noche este abuelo llamó a su hija (la madre de la niña) y le dijo ¡ponte a hacer frixuelos!, y le contó acerca de la llamada de la pequeña:
“Yo le pedí a mamá muchas veces que me hiciera frixuelos, pero ella me contesto que no, que estaba muy ocupada…y que se acabó porque para eso ella es mamá y los hijos tienen que obedecer a los padres y no al revés.
Entonces si tú que eres su padre la llamasy le dices que tiene que hacer frixuelos, ella tendrá que obedecer ¿no es así?”. El sorprendido abuelo no tuvo más remedio que darle la razón.